Materiales: Tintas, tintas chinas, acuarelas o témperas.
Soporte: Papel absorbente tipo Canson, cartón montado, cartulinas.
El modo más simple de producir un punteado denso y homogéneo, es cargando un cepillo de dientes en desuso con tinta, acuarela o témpera, cuidando la densidad de la misma. El pigmento se lanza raspando el cepillo con un cuchillo o raspándolo contra un peine o un colador de alambre.
La valorización se logra variando la densidad de puntos (minúsculas gotas de pintura) del cepillado, superponiendo diferente cantidad de capas.
Debe cuidarse que no caigan gotas muy grandes. Es preferible dejar secar y luego hacer una nueva pasada.
En todos los casos hay que enmascarar para delimitar el área cepillada, con papel calado, cinta, film o goma.
Cuando la superficie a cubrir es grande, puede hacerse un sopleteado utilizando perfumeros cargados con tinta, acuarela o témpera.
Un método aun más rápido consiste en utilizar pintura envasada en aerosol. Es útil en grandes superficies o para dar color a las maquetas. En este caso el soporte debe formar una ángulo de 90º con la superficie de apoyo, para que la pintura salga en forma pareja y no caigan gotas sobre el dibujo. Esta técnica conviene realizarla en el exterior o en un lugar ventilado, ya que el pulverizar este tipo de pinturas puede afectar la respiración.
jueves, 26 de febrero de 2009
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