Tengamos en cuenta y observemos que un vaso es un cilindro o un tronco de cono invertido, a partir de ahí solo nos resta decidir el ángulo que nos guste de visión para dibujarlo ya que esto afecta a la perspectiva.
Agarramos nuestro visor, poniéndolo lo más cerca posible y dedicamos unos
minutos a observar las dos líneas verticales y su inclinación con respecto a la vertical.
De igual forma dediquemos el tiempo que necesitemos a observar con detenimiento los óvalos que forman la boca del vaso y la base del mismo, que como sabemos en realidad son círculos pero que al no verlos desde la perpendicular a la base nosotros los vemos como óvalos.
Agarramos nuestro visor, poniéndolo lo más cerca posible y dedicamos unos
minutos a observar las dos líneas verticales y su inclinación con respecto a la vertical.
De igual forma dediquemos el tiempo que necesitemos a observar con detenimiento los óvalos que forman la boca del vaso y la base del mismo, que como sabemos en realidad son círculos pero que al no verlos desde la perpendicular a la base nosotros los vemos como óvalos.
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